24 feb 2012


16. LA MUERTE

EL MISTERIO DE LA MUERTE

El máximo enigma de la vida humana es la muerte. El hombre sufre con el dolor y con la disolución progresiva de su cuerpo. Pero su máximo tormento es el temor por la desaparición perpetua. Juzga con instinto seguro cuando se resiste a aceptar la perspectiva de la ruina total y del adiós definitivo. La semilla de la eternidad que en si lleva, por ser irreductible a la sola materia, se levanta contra la muerte. Todos los esfuerzos de la técnica moderna, por muy útiles que sean, no pueden calmar esta ansiedad del hombre; la prolongación de la longevidad que hoy proporciona la biología, no puede satisfacer ese deseo del mas allá que surge inevitablemente del corazón humano.

CONCEPCION DE LA MUERTE SEGÚN:

PLATON: Platón considera que filosofar es prepararse para morir, pero prepararse para morir no es otra cosa que pensar en la vida. El saber que vas a morir es lo que hace que tu vida sea única e irrepetible. Todas las tareas y empeños que hacemos o ponemos en nuestra vida lo utilizamos para resistir ante la muerte. Es la conciencia de la muerte la que convierte la vida en un asunto muy serio para cada uno.

CRISTIANISMO: Al contrario que las leyendas más antiguas que intentaban explicar la inevitabilidad de la muerte, el cristianismo promete una existencia más feliz y luminosa que la vida terrenal para quienes hayan cumplido los preceptos de Dios, si no se cumplen se tendrá una existencia de refinadas torturas. Lo que quiere decir que si cumples las leyes establecidas por Dios tendrás una existencia y tranquila, pero si en la vida no haces caso a esas leyes y no te mereces ese acceso a la vida feliz, tu existencia será una amargura constante.


EPICURO: Este sabio trata de convencernos de que no hay que tenerle miedo a la muerte si reflexionamos sobre ella. Epicuro afirma que los verdugos y horrores infernales no son más que fábulas que no deben asustarnos a la hora de pensar en la muerte ya que nunca vamos a coexistir con la muerte, si estamos nosotros no puede estar la muerte y al contrario. Es decir según Epicuro nos morimos, pero nunca estamos muertos. Lo temible sería si coexistiésemos con la muerte y quedarse de algún modo presente, pero sabiendo que uno ya se ha ido del todo.

LUCRECIO: Lucrecio planteaba que si habíamos estado tanto tiempo sin ser (antes de nacer), si volviésemos al mismo sitio (si existe) del que partimos. Esto lo constató con unos versos inolvidables:
Preocuparse por los años y los siglos en que ya no estaremos entre los vivos es como preocuparse por los años que han precedido nuestro nacimiento. Ni antes nos dolió, ni después nos dolerá. Deberíamos reflexionar más acerca del nacimiento que tiene igual relevancia que el asombroso hecho de la muerte.
SOCRATES: el sabio es aquel que conoce por el afán de conocer, el amor al saber por el saber. Es por ello que afirma que "Temer a la muerte no es otra cosa que creer ser sabio sin serlo, pues es creer saber lo que no se sabe". La filosofía entonces nos prepara para la muerte debido a que nos hace más conscientes acerca de nuestra propia vida, tener una conciencia acerca de los límites puede ser un punto de partida para la búsqueda de la verdad y el bien, para la "riqueza del alma".
ARISTOTELES: la temática de la muerte aparece cargada de una racionalidad ética, en donde "se trata de saber cómo vivir una vida a sabiendas temporal, pero con sentido". La metafísica nos plantea la existencia de Dios como fundamento para un orden universal, pero la muerte no puede ser conocida en un solo sentido, como en las matemáticas.

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